Relata el filósofo y pensador estadounidense Noam Chomsky que la última campaña electoral en su país ha sido sucia y falta de propuestas. Parecía que Trump y Clinton estaban únicamente interesados en desprestigiar a su adversario. ¿Suena a algo? Pues, Sr. Chomsky, este no es un fenómeno exclusivo de su país… Parece que la política se ha convertido en un espectáculo más, un reality donde poco importan las propuestas o las ideas de quiénes optan a ser elegidos. El populismo se mete en el salón de cada casa.
Mientras medio mundo se pregunta cómo un personaje como Trump tiene serias posibilidades de ser escogido como Presidente de EE.UU., se nos olvida qué está sucediendo en el terreno político en un montón de países. La aparición en escena de numerosos políticos “alternativos” es un hecho cada vez más común. Pero, ¿a qué corresponde esta revolución? A pesar de las divergencias entre países y nuevas opciones políticas, existen puntos comunes.
Muchos analistas proclaman el triunfo del populismo. Sea así o no, el germen de estos movimientos está en la desafección política. El enfado colectivo de una población que no se siente representada ni atendida. Que busca alternativas y alguien que les diga lo que quieren oír. Que está cansada de sentirse ignorada y fuera del ámbito de los Parlamentos. En los que el miedo y la desesperanza ocupa su horizonte. Esta situación puede ser el caldo de cultivo para la aparición de oportunistas que aprovechen el descontento para sacar tajada o de nuevos políticos que quieran hacer las cosas de otro modo. Discenir a qué grupo pertenece cada uno de estos nuevos personajes puede ser complicado.
¿Sorprende que el protagonista político de los últimos años en Italia sea un cómico, fundador de MoVimento 5 Stelle? ¿Sorprende que el Presidente de Grecia sea un político de un partido de izquierdas “alternativo”? ¿Sorprende el auge de los partidos de extrema derecha en varios países europeos, incluso la civilizada Escandinavia? ¿Sorprende que Le Pen se consolide como primera o segunda fuerza política en Francia? ¿Sorprende el resultado del Brexit en Reino Unido y la presencia mediática del UKIP?
Pues muchas veces revisar la historia nos podría dar algunas pistas. Ya sabemos que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
Un breve relato: Alemania, 1.933. La República de Weimar ha dejado un panorama desastroso. Al fracaso político se une una profunda crisis social y económica, agravada con la mayor crisis internacional jamás conocida hasta el momento, el crack del 29. Las alarmantes tasas de desempleo y las extremas políticas de austeridad aplicadas por el Gobierno han generado un clima de desesperación y descrédito en la población alemana.
En 1.933 el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán llega al poder de forma democrática con un discurso en el que se atribuyen defender los intereses del pueblo y desprestigiando al resto de adversarios. A veces las comparaciones pueden ser odiosas…
Aunque Trump parezca un mal chiste y cueste entender cómo ese discurso puede atraer tantos millones de votantes, máxime entre mujeres e inmigrantes, veremos los resultados de hoy. Unas elecciones que tendrán repercusión en la política mundial y que no es otra muestra más de que el populismo está inundando nuestras sociedades. ¿Realmente cambiará la política o es solo una fase de «cabreo» temporal?
Noelia Hernández